Visitando Bruselas VII

En el Quick, fast food restaurant, disfrutando un poco del sol.
Con las pilas más que recargadas se nos presente el segundo día del viaje. Y si Bélgica es un país relativamente tranquilo imaginaos-lo en domingo y además en fiesta nacional (Día del Armisiticio, cada 11 de noviembre), por lo que aún se respiraba más un aire de calma. Pero eso no nos detuvo y seguimos con el plan.

La primera visita del día era l'Atomium, uno de los símbolos de Bruselas, para nosotras se paso a llamar Las bolas. Para llegar hacia allí compramos un abono de cinco viajes, unos 7'50€, que utilizamos las tres. Al llegar a la estación, salimos y no encontramos ninguna indicación. Por suerte, el monumento es bastante grande así que seguro que llegaréis hasta él. Nosotras entramos al Bru Parc (saliendo del metro hacia la izquierda, si no recuerdo mal) era un poco raro porque estaba preparado para un gran aforo pero parecía una ciudad abandonada donde había restaurantes de todas partes.

Des de allí, siguiendo a ojo el monumento, fuimos a hacer mil fotos delante del Atomium. Aunque su altura de 120 metros y su gran tamaño lo hacen impresionante, su entorno deja mucho que desear, un parquing, un jardín en obras lo formaban. Por ese motivo, además de las críticas que leí al respecto, nos decidimos en no pagar los 11€ o más que cuesta subir arriba del todo y gozar de las vistas. Pero sin duda, no podéis ir a Bruselas sin visitar el Atomium.

Con mi hermana mayor
A su alrededores encontraréis los edificios que sobrevivieron de la Exposición Universal de 1958.

Unknown

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